Qué puedo hacer yo?
Es una excelente pregunta porque nos sitúa en la situación
de protagonistas que, muchas veces, no estamos acostumbrados a tomar.
Tenemos que aportar nuestro granito de arena en esta
importante tarea que es conseguir la igualdad real y que todavía nos queda lejos aunque ,en algunas cosas, casi la acariciamos.
Es fundamental, sobre todo siendo mujer, tomar una postura
crítica y activa con nosotras mismas y buscar esos pequeños detalles de nuestra
vida cotidiana que nos pueden ayudar a cambiar algunas realidades.
En el plano profesional, en mi caso, me siento privilegiada
a este nivel. No me he sentido diferente a mis compañeros y compañeras de trabajo en esta
cuestión. He podido optar a puestos de trabajo en igualdad de condiciones.
Quizá sea porque , como nos decía este jueves Héctor Casado López , Subdirector General de Relaciones Laborales del
Ministerio de Política Territorial y Función Pública,en la AGE, las mujeres tenemos una situación
paritaria y no importa tu género para desarrollarte profesionalmente u optar a un puesto de
trabajo.
Por lo menos, yo no he sentido esta desigualdad y menos a los niveles en
los que se produce en otro tipo de empresas y/o trabajos.
Puestos de secretaría, tradicionalmente femeninos, son
ocupados por varones y puestos de ingenieros, que parecerían más de varones, son
ocupados por mujeres.
En todo caso hay que actuar todos los días. Para eso el
lenguaje es un buen instrumento. No es baladí no usar los genéricos y
utilizar los géneros para recalcar la existencia femenina. Siempre está bien
recordarlo porque todavía hay gente que necesita abrir ojos y oídos.
También en el trato directo con tus compañeros y compañeras es importante ayudar a
visibilizar situaciones que pueden no ser justas o adecuadas
cuando las veamos.
Desde luego y sobre todo con algunas conductas sexistas , casi consideradas habituales, que se siguen produciendo. También con las conductas homófobas que presenciemos. Además la homosexualidad femenina sigue estándo peor vista.En eso tenemos que tener, todos y todas, tolerancia cero. No nos tiene que
importar significarnos haciéndolas visibles para que dejen de producirse.
En cuanto a temas más organizativos en conciliación también hemos avanzado mucho. Hay ya muchos varones que son los que se encargan de cuidar de sus hijos e hijas en lugar de ,o con, sus parejas. Este es un gran avance, cada vez más normalizado y eso que hasta hace poco todavía parecía algo raro.
También es verdad que las mujeres hemos conseguido que nos importe mucho más cada vez nuestro desarrollo profesional y personal además del familiar .
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